martes, 29 de mayo de 2012

SUBIDA A LA MALICIOSA

El 20 de mayo subimos a la maliciosa, fue la escusa perfecta para conocer algunas personas del club veggirunners y también del forovegetariano.

Llegamos a Manzanares El Real a las 9.45, con muy pocas ganas de empezar a andar. ¿El motivo? Porque un rato antes, en el puerto de Navacerrada, esto es lo que había:


Es decir, según subíamos nos encontrábamos una gran nevada y un gradito bajo cero. Pero en fin, continuamos pensando "total, nos tomamos un café, conocemos a la gente y para casa". Al llegar al pueblo, estaba cubierto pero poco más.

La ruta la empezamos desde el mismo pueblo, lo que añade unos kilómetros en total al track de wikiloc, es decir, en total... salieron unos 27 Km.

Empezamos algo más tarde de las 10, en lo que nos agrupamos todos y tal y tal...

La ruta empezó muy bien, muy animada y distendida, los pajaritos cantaban, las nubes se levantaban... Los que no nos conocíamos nos íbamos conociendo, y poco a poco el camino empezó a subir.

Se hicieron dos grupos claramente diferenciados: los que pertenecen a asociaciones, o clubes, o les gustan cosas que terminan en /runner, o /arathon, o /arrera_dura_de_narices, iban los primeros.
 El resto íbamos detrás.

Llegamos a unas laderas de bosque abierto con unas vistas preciosas, donde la gente hacía gala de su conocimiento de la zona, es decir, se escuchaban frase como
"¿pero la Maliciosa p'a donde cae pues?" o "eso que ves allí es Cabeza de Hierro", mientras se señalaba a un horizonte lleno de nubes en el que se intuían como quince cimas, así a ojo.



Ahí es donde nos cayeron los primeros copos de nieve del día.
Luego ya seguimos andando y, más o menos desperdigados, llegamos hasta el último collado antes de encarar el repecho final de la Maliciosa. Un lugar chulísimo que si no fuera por el frío, habría sido estupendo para una siesta.


Aquí decidimos separarnos, de forma que algunos tiramos para arriba y otros se quedaron a comer por la zona.
En fin, el caso es que encaramos el monte y p'arriba como unos campeones. La cuesta se las trae.



Oh sorpresa, a pesar de nuestra precaria alimentación, ¡llegamos a la cima!


Ya os imagináis que hacía una temperatura riquísima, ahí...

En fin, el caso es que bajamos, llegamos hasta el collado y exactamente a 1.820 metros de altitud, y N40º45.595'  W003º56.972' , uno de nuestros compañeros se puso malo. Le entró un dolor de cabeza enorme. Sé el lugar porque en el GPS marcamos un Waypoint llamado "dolores".

Gracias a los esfuerzos de Rafa y a que nos alejamos todos un poco, se le fue pasando...



y digo "gracias a que nos alejamos" porque hay que ver lo ruidosos que somos cuando queremos... Estaba el hombre penando de dolor, y allí todos...

-Pues yo soy vegano Nivel 5
-...Y si le echas cúrcuma a los guisantes te salen unos guisantes amarillos que..."
-Cococóc, cococóc

En fin. Luego se le pasó y bajamos todos juntos.

Después de algo más de nieve y de alguna que otra penuria... y por fin el aparcamiento y la foto de rigor,


Un día para recordar! 

lunes, 28 de mayo de 2012

FORASTEROS

Aqui dejo un relato que ha escrito el vegano que vive conmigo.
Para mi explica muy bien cómo a veces vemos lo que nos enseñan que hay que ver y otras veces somos capaces de trascender aquello que nos han inculcado y tomar nuestras propias decisiones.

 PICA AQUÍ PARA ACCEDER A ESTE Y OTROS RELATOS:


FORASTEROS

Elizabeth le cerró los ojos y, al hacerlo, sintió que su vida jamás volvería a ser la misma. La cabeza de Yanish reposaba entre sus piernas, serena y tranquila, como si estuviera durmiendo. Ella respiraba con calma, intentando mantener el control. Llevaba años preparándose para ese momento. Era inevitable, y siempre lo había sabido.

Cuando decidió huir con él hacia la espesura de las laderas del Bisoke y vivir como una nativa, supo que llegaría el momento en el que se quedaría sola. Ignoró los llantos de su madre, las súplicas de sus hermanas y los gritos de su padre. Ella había crecido muy lejos de aquellas tierras y sabía que sería difícil, que su infancia en Europa no la había preparado para las duras condiciones de vida en la selva, y que estaba sacrificando quizá su propia vida por alguien que jamás comprendería el enorme sacrificio que estaba haciendo. El había nacido allí y no conocía más que la selva virgen y los barrotes de las jaulas del colono. Elizabeth lo dejó todo, él a cambio le entregó todo lo que tenía: Su amor, sus caricias y la selva. Cuando cerró los ojos de su cuerpo sin vida, ella supo que jamás volvería a amar como le había amado a él. No se equivocó.

Habían pasado diez años desde el momento en el que ella lo liberó y marchó con él hacia lo más profundo de la selva. Fue una noche de tormenta, en verano, casi al amanecer. Las celdas hervían de agitación, el olor a miedo y a sangre derramada eran intensos. Elizabeth ignoró a los capataces y abrió la celda de Yanish, que estaba acurrucado entre las sombras de las esquinas, temblando, abrazado a sus propias piernas porque lo habían aislado de su grupo. Le cogió de la mano, suavemente pero con firmeza, y con palabras amables que el no entendía le sacó de aquella sala pestilente. Los hombres no se atrevían a detenerla, pues si había una pena más grave en aquellas tierras que desobedecer al amo, era tocar un solo cabello de una de sus hijas.

Salió de la celda y de las cuadras donde almacenaban a esclavos y animales. Sabía, mientras caminaba bajo la lluvia intensa, que su padre observaba desde las ventanas de las habitaciones superiores. No la detendría porque siempre había respetado su iniciativa, pero tampoco se despediría de ella. Era el hijo major, el primogénito que debía perpetuar su estirpe de hombres fuertes y poderosos, y estaba huyendo de él, de su familia y de su raza. Huía hacia la selva y las montañas a vivir como un animal. Pero era su hija, y no la detendría.

Llegó hasta las puertas exteriores. Estaban abiertas, porque allí ya no quedaban enemigos que pudieran atacarles por las noches. Empapada y mezclando lágrimas con gotas de lluvia, su hermana pequeña le imploraba que se quedara.

—Lizzy, no puedes dejarnos —dijo entre sollozos—. Vas a morir entre las montañas allí sola, no tendrás una familia ni nadie que te cuide.

—Le tengo a él —respondió mirando hacia Yanish—, no necesito a nadie más.

—¡Pero no es como nosotros!

Sin una palabra de despedida, dando la espalda a su hermana, Elizabeth se adentró en la espesura acompañada del esclavo. Su hermana tenía razón. No era como ellas. Jamás aprendería su lenguaje. La familia que la acogiera, si lo hacía alguna, no la amaría como su padre y sus hermanas, pero no quería un matrimonio concertado, ni un padre ausente, ni criados y esclavos que la protegieran. Tenía a Yanish para cuidarla cuando enfermara, sus caricias para confortarla cuando tuviera miedo, y la selva salvaje para arrancarle gritos de alegría cuando cesara la lluvia y saliera el sol. No necesitaba más que su mirada de infinito agradecimiento por sacarle de la celda y devolverle la libertad.

Yanish llevaba mucho tiempo sin ver el amanecer, alimentado a través de los barrotes, maltratado por los hombres que no le dirigían más que miradas de desprecio. Había sido capturado hacía dos años junto con toda su familia. A la mayoría los habían vendido y trasladado lejos de allí, y a ninguno de ellos los volvió a ver jamás. En un solo día perdió familia, libertad y ganas de vivir.

No es que se negara a comer, es que no tenía razones para hacerlo. Los hombres esperaban a que engordara, a que creciera y se hiciera lo suficientemente fuerte como para poder ser vendido y trasladado, pero no era la debilidad quien retrasaba su traslado, sino Elizabeth. Cuando lo vio entrar en la finca, atado dentro de una jaula, algo se rompió en su interior.

—Padre, ¿por qué los capataces son tan crueles? —preguntaba. Y su padre, sin volver la vista hacia su hija, respondía con el mismo tono que utilizaba con sus empleados.

—Son animales. Viven en mis tierras y son de mi propiedad. Si no aprenden a temernos, antes o después nos atacarán como las bestias que son.

—Pero padre —decía ella—, son inofensivos. Mira sus caras, sólo quieren volver a sus hogares, con sus familias. Tiemblan cuando les amenazan y sienten miedo igual que nosotros.

Su padre, como hacía siempre que Elizabeth decía algo que le desagradaba, guardaba un incómodo silencio y ella terminaba pidiendo perdón. Luego bajaba hasta las cuadras y, con palabras suaves y caricias, intentaba que Yanish, como había bautizado al recién llegado, comiera algo y no desfalleciera. Cuando nadie la miraba, abría la celda y se metía dentro, acariciaba su rostro asustado, limpiaba sus heridas, y a veces conseguía que se tranquilizara y dejara de gritar en sueños.

Ahora, tantos años después de aquel primer encuentro, él ha muerto, y ella se encuentra acariciando su cuerpo frío en la puerta de una tosca cabaña. Lleva años sin vestir nada de ropa, pero de pronto se siente desnuda y desprotegida. Se cubre con las telas que ha robado hace poco en un campamento, y piensa en volver a la finca de su padre. Entonces se gira y ve el cuerpo de Yanish, fuerte y hermoso a pesar de la falta de vida.

—No volveré a amar —le dice con un susurro, tirando la ropa y sentándose a su lado. Coloca su cabeza entre sus piernas y lo acuna, como ha hecho tantas veces antes, incapaz de dejarle aún ahora. Quiere quedarse ahí con él, quedarse y morir, pero no puede. El instinto la levanta, la obliga a caminar y alejarse sin volver la vista atrás. Quiere regresar, gritar, llorar y maldecir, pero no puede y sigue caminando, dando un paso detrás de otro.

Llegará hasta las tierras de su padre, donde uno de sus hombres la encontrará y la llevará de vuelta a casa, donde su hermana, que se ha casado y vive allí con su marido y sus dos hijos, la abrazará envuelta en lágrimas. Su padre la recibirá con la frialdad de un hombre despechado, pero es su hija, y su corazón se ablandará, porque no es un monstruo. Le susurrará “lo siento”, una y otra vez, cuando la estreche entre sus brazos, y ella sabrá que en verdad lo siente, porque las celdas están vacías desde el día que marchó.

Sin embargo, a pesar de las riquezas de su familia, de volver a Europa y de vivir una larga vida, nunca traicionará las palabras que pronunció ante el cuerpo de Yanish. No volverá a amar, excepto a su recuerdo. 


viernes, 25 de mayo de 2012

KUKUSUMUXU MASCOTERO y SOLIDARIO


Mascoteros Solidarios es una iniciativa privada, sin ayudas "oficiales" y se financia como puede, ahora ha sacado unas camisetas super chulas en colaboración con Kukumuxu, para compar una ambulancia medicalizada, os invito a que las echeis un vistazo. 


CAMISETAS SOLIDARIAS
 Espero poder poner una foto de  mi camiseta muy pronto.


RUBI

Rubi nació en Valladolid, paralítico, El Hogar del Gato, en Valladolid lo rescató cuando lo iban a sacrificar.

Los veterinarios colaboradores de la asociación no le veian solución, afortunadamente hay una asociación en Madrid que ayuda en estos casos, son Mascoteros Solidarios y se prestaron ver a Rubi y hacerse cargo de el si lo veían viable.
Su labor es enorme atendiendo casos de animales maltratados o con lesiones que nadie se arriesga a intervenir.

Aqui teneis la historia de Rubi., yo fui una de las personas que lo acompañó a  Madrid y estoy realmente agradecida a esta asociación que no sólo ayuda a los animales que les llegan si no que también ayudan a otras asociaciones

 Por eso les dedico esta entrada.



Actualmente Rubi se esta recuperando de la operación, y, aunque le queda mucho viaje, esperamos que recupere si no toda, si gran parte de su movilidad.

viernes, 18 de mayo de 2012

Amy Farrah Fowler aka Blossom

Realmente su nombre es Mayim bialik, Es Doctora en Neurociencia por la universidad de la UCLA y actriz, participa en una de mis series favoritas, The Big Ban Theory.
Recientemente vi en la wikipedia que era Vegana y busqué información que lo confirmara.
Encontré esta entrevista, del 30 de marzo del  2011 que hizo para People for Green Justice.

Me ha parecido muy interesante, ademas se parece bastante a mi forma de ver el veganismo, asi que  aqui dejo una traducción... no muy buena pero bastante exacta.


Mayim Bialik

¿Por qué soy Vegana? por Mayim Bialik
Publicado el 30 de marzo de 2011
Ser vegano es difícil. También es gratificante y significativo, y es satisfactorio por muchas razones: la salud, ambientales, éticos, espirituales ...
Sin embargo, con frecuencia me preguntan por qué me importa si ese determinado animal fallece, sufre, o es comido.
Normalmente viene  seguido de alguna frase en la linea:  no es un ser inteligente / desarrollado / cognitivo y / o: es sabroso!.
 No puedo responder por qué es importante para todos los veganos, pero puedo responder mis razones.:
-……………….. Me crié entre animales. Cuando era niña, me sentí amada por nuestros gatos de la familia, que me consolaban cuando me sentía sola y me dieron mi primera experiencia consciente de mimos. Sentí compasión innata hacia los insectos y criaturas desde muy pronto, incluso antes de comenzar este viaje de diez años dejando de de consumir o usar a los animales o sus productos derivados.
Para mí, el veganismo es una forma concreta de mostrar mis sentimientos acerca de los animales,  quizá no sea la tuya, pero es la mía.
……………………. Muestro mi amor por los animales al no comer o participar en cualquier tipo de negocio cuyas ganancias  provengan directamente de su explotación o - si la palabra te molesta - su "Uso".
 Puedes mostrar amor por los animales consumiéndolos. Puedes amar a los animales, pero sólo los "inteligentes".  Puedes dibujar la línea donde te de la gana, pero yo no pude marcarla en ningún sitio. Derribé de la línea.
Hace poco visité un santuario de rescate de animales a unos 45 minutos a las afueras de Los Angeles. Los animales que viven allí se han salvado de las situaciones más desagradables y viles; tirados como basura……….., golpeados y dejados por muertos. En este santuario, se les ha dado la oportunidad de vivir, simplemente porque alguien piensa que lo merecen. Hay caballos heridos y descartados de los rodeos, las ovejas y las cabras que fueron utilizadas como carnada en peleas de perros, toros con marcas de latigazos …………………., los terneros que dejan morir porque no estaban suficientemente cebados para carne. ………………………..
Bueno, francamente, estoy consternada por lo que la naturaleza puede hacer,  y estoy consternada por lo que los humanos podemos hacer.
La crueldad, la inhumanidad, el desprecio, el abuso y la negación de los derechos no debe ser infligido a los animales o los seres humanos, pero ambas cosas ocurren.
Lo que realmente me sorprende, sin embargo, es que también hay personas que dan sus vidas, porque queremos demostrar que los animales tienen sentimientos, los animales son inteligentes, y los animales tienen derechos y necesitan: ser amados, estar seguros, y deben ser protegidos cuando los humanos dicen "me importa un bledo”
Yo no soy la vegana mas activista y además me preocupa ofender a los no vegetarianos con hechos y cifras. No sé si el ser vegano es la opción correcta para ti, pero para mí, lo es.  
Y doy gracias por las personas que dedican su vida para cuidar a los animales y para mejorar su mundo – quizá no el tuyo pero si el suyo. Se necesita todo tipo de personas para que esto marche. Cada uno de nosotros tiene un propósito aquí en la tierra. Y para aquellos cuyo propósito es mostrar que los animales tienen un propósito también, digo –Bien por ellos

jueves, 17 de mayo de 2012

Bocata de Mortadela

Mortadela, si, pero vegana,
gustáis?

La receta la he obtenido de uno de mis foros favoritos, que es el foro de la UVE y lo publicó una usuaria , gracias BabyJane.





Aqui os la dejo para que veais lo fácil que es
Además esta.... buenísisima








Ingredientes:
  • 2 tazas de anacardos o de pipascrudas de girasol, yo usé almendras.
  • 6 cucharadas soperas de levadura de cerveza
  • 3 cucharaditas de sal
  • 2 cucharaditas de cebolla en polvo
  • 4 dientes de ajo (machacados o picados), quedó fuertecito
  • 1 cucharadita de tomillo
  • 2 cucharadas de zumo de limón
  • 3 cucharadas de concentrado de tomate
  • media taza de zumo de remolacha
  • 3 tazas y media de agua
  • 6 cucharadas de agar agar, yo seguí las instrucciones del bote y era como la mitad.
Preparación:Colocar todos los ingredientes (excepto el agua y el agar) en el recipiente de la batidora (pero no batir aún)
Disolver el agar en el agua y mantener  5 minutos aproximadamente, removiendo, hasta que esté bien disuelto.
Verter el agar en la batidora y batir todo bien
Colocar en los moldes que queramos (yo lo dejé en el vaso de la batidora) y dejar enfriar.
Cortar en lonchas y listo

Observaciones: Cuando esté batido le podemos poner olivas sin hueso, o pistachos, o lo que se quiera.

http://www.forovegetariano.org/foro/showthread.php?t=13219&highlight=mortadela

El Domingo a la Sierra.

Pues si, este domingo, si todo sale bien, tenemos previsto subir a la maliciosa, un pico de la sierra de Madrid, salimos desde el pueblo Manzanares el Real.

                Nos esperan 20 km y una subidita de unos 1300m

                Asi que pensando en “qué llevo para comer?”  que no sea una tupper, que pesa demasiado y ocupa mucho, he encontrado una receta de mortadela vegana que está para chuparse los dedos!
                Alguien se apunta?

MOTIVOS

Cuando me compro unas botas de trecking, o unas nuevas zapatillas, o un anorak, Cuando voy a pernoctar en un refugio de montaña, y a cenar en el, o simplemente a la hora de hacerme un bocadillo para pasar el día en el monte, siempre tengo en cuenta mis principios, busco, consulto y encuentro soluciones casi siempre bastante sencillas.
Son estas experiencias las que quiero compartir, la montaña, la escalada, salir a correr o de compras para una persona normal y corriente, que intenta evitar el sufrimiento ajeno mas allá de su propia especie. 
A lo mejor a alguien le resulta útil.... eso espero.