lunes, 16 de julio de 2012

MANTITA PARA PELUDOS

Bueno, pues por fin acabé la mantita de Patchwork que estaba haciendo.

La idea se me ocurrio en una reunión de Scooby Medina, donde rifaban algunas cosas hechas por socios.

Y como tengo bastantes restos de tela de colores y bastantes vaqueros viejos, me puse a coser esta mantita para perros, esta toda hecha a mana, claro que se nota porque las costuras del vaquero han quedado bastante desiguales... bueno, al perrillo que le toque seguro que no le importa.

La voy a donar a alguna protectora, para que la rifen o la vendan en algún mercadillo.


Creo que se ve un poco pequeña, pero será algo así como 60*80cm mas o menos, para un perrito mediano, esta bien.

Espero que le saquen algo de dinerillo.

martes, 10 de julio de 2012

FOTOS CAVALLS DEL VENT 2012

Aquí están el álbum de picassa con todas las fotos de Cavalls del Vent

SUBIDA AL PEDRAFORCA

Aprovechando que estabamos por la zona el sábado 30 quedamos con nuestros barceloneses favoritos, para subir el Pedraforca. Ahora nos sentimos como más catalanes que antes.
Subimos por el Coll del Verdet y bajamos por la Tartera hija de mil padres que hay por el otro lado. Ya hay descripciones de la ruta en muchos sitios, pero tenemos que decir que:
La subida es preciosa y entretenida. La grimpada del final es larga y fácil PARA ALGUIEN ACOSTUMBRADO A LA MONTAÑA, pero no para todo el mundo. La bajada por la tartera es infernal, incómoda y larga.

trepadilla super divertida subiendo a la cima.

Nos encontramos mucha, mucha gente en la cima. En la trepada nos cayeron piedras. ¡MUCHO CUIDADO! De haberlo sabido habríamos llevado el casco, sin duda alguna (ver caer a tu lado un montón de piedras del tamaño de un puño te pone en tu sitio).
Una cima imprescindible, preciosa, fantástica e irrepetible.

Que no vamos a repetir, vaya, al menos por ese lado.
La próxima vez, si la hay, bajaremos por Gosol, a ver qué tal.
Pero después de hacer la ruta de Cavalls del Vent, en la que ves durante días su cara ¿norte?, es más que recomendable subir esta montaña.

LLUIS ESTASEN – EL GRESOLET

LLUIS ESTASEN – EL GRESOLET
NOTA IMPORTANTE: Esto NO es una descripción de la ruta ni una guía útil para aventurarse a recorrer los Cavalls del Vent. Si quieres datos técnicos busca en la página web oficial o en alguno de los muchos foros que hablan de la ruta. Esto es, simplemente, cómo me lo he pasado yo.
 29 de junio, ¡Ultimo día de Cavalls del Vent! La que suscribe se levantó con el estómago fatal. Jesús, el guarda, le preparó una manzanilla para desayunar, y luego le dio otra en una botellita de plástico para la ruta… ¡Qué majo! Ahí le perdonamos con creces el despiste del queso, jeje.
¡A caminar! Nos despedimos de Juan Carlos y Paula, y de Héctor y Oihane, porque nosotros dos con Alba y Jordi íbamos a subir el Comabona y ellos ya lo habían subido. Con estas cosas pasa como con una película de detectives, que si te sabes el final, a veces no quieres repetir.
Lo de abajo es el refugio

Subimos al Pas dels Gosolans, así como todo recto y para arriba, y nos desviamos para subir al Comabunga, anteriormente conocido como Comabona. Las vistas son impresionantes, y están dominadas por una cara poco habitual del Pedraforca.



Al fondo el Pedraforca

Bajamos, nos perdimos un poco a pesar de llevar un mapa y dos GPS (ejem, ejem), y llegamos después de una bajada larga al refu del Lluis Estasen. Parada y fonda. Bocata vegetal y Acuarius a tutiplén. Desde ahí, la bajada hasta el Gresolet fue empinada, muy bonita y frondosa, y sobre todo empinada. Acentuada. Cuesta abajo, vertical….


Que había que bajar con cuidadín para no poner el culo en el suelo, vaya.

Entre Lluis Estasen y Gresolet estaba todo asi de verde.
Llegamos a Gresolet, fotos de rigor, abrazos de fin de ruta, despedida de los compis, recogida de camisetas, gorras y diplomas… No hicimos fotos de la cena, estábamos cansados y hambrientos y habíamos dejado la cámara en la mochila, pero fueron unos macarrones estupendos y unas alubias salteadas con orégano, ricas ricas.

Nos pasó otra cosa curiosa.

Nos hemos encontrado con mucha gente que va a la montaña a "hacer tiempos", a correr y a superar marcas, en actitudes que nos parecen algo irreflexivas. En fin, recuerdo algún artículo en el que leía las críticas que recibió Messner en su día por hacer las cosas de una forma diferente, por enfrentarse a la montaña en condiciones que tachaban de suicidas o simplemente de inadecuadas, así que será algo subjetivo, pero…

Cenamos en el Gresolet con tres chavales que se iban a hacer la ruta en dos días. Uno llevaba zapatillas deportivas porque se había olvidado el calzado que había preparado para la ruta. Entre los tres llevaban un frontal. Ninguno llevaba mapa, aunque uno tenía un GPS de muñeca. Sin traks. "Estamos entrenados", decían, "hacemos esto una vez al año, pero de fuerza estamos entrenados".

Esta ruta transcurre por cotas bajas y no tiene pasos delicados. Como mucho, pensábamos, les pillaría la noche y se fastidiarían un poco, pero no les ocurriría nada grave. En fin, esperamos que la montaña les enseñe su cara menos amable y aprendan a respetarla antes de que se metan en un berenjenal más complicado o de que se ganen el “PREMIO DARWIN” del año dejando que la selección natural siga su curso

lunes, 9 de julio de 2012

ELS CORTALS DE L’INGLA – PRAT D’AGUILO

NOTA IMPORTANTE: Esto NO es una descripción de la ruta ni una guía útil para aventurarse a recorrer los Cavalls del Vent. Si quieres datos técnicos busca en la página web oficial o en alguno de los muchos foros que hablan de la ruta. Esto es, simplemente, cómo me lo he pasado yo.
28 de junio. Nos despedimos de Sergi, que terminaba la ruta ese mismo día porque estaba fuerte y se iba a meter dos etapas de las nuestras en una sola.
Hoy, para nosotros, no había refu intermedio y la etapa era corta, así que nos la tomamos con caaaalma y sacamos muchas fotos. Compartimos el paseo con Jordi y Alba.
COSAS RARAS SOBRE LAS QUE SE HABLA EN LA MONTAÑA:
Vídeos de YouTube. Comics. Series de televisión. Nutrición (eso no es tan raro, vale). Adivinanzas. Libros. Recetas de cocina. El trabajo (¡caca, caca!). El gobierno. Y luego ya, por fin, sobre lo bonita que es la ruta.
Esta es, posiblemente, la etapa más bonita de toda la ruta, y eso que la ruta es muy bonita de principio a fin.
Estaba todo tan verde, que daba gusto caminar.
Vimos muchos caballos, pero ningún pegaso, que según Eduardo son los auténticos “caballos de viento”. Esa fue la chorrada del día, bueno, una de ellas, tan solo.



Llegamos al refu pronto y nos comimos un buen bocata y un plato de lechuga que nos puso el guarda, Jesús, que es un tipo muy majete. El “jamón ahumado” vegano que llevábamos era un poco fuerte para nuestros estómagos, pero se deja comer muy bien.
Pasamos unas horas de relax, haciendo amigos. Coincidimos ocho personas del primer refu, así que nos pasamos la tarde de palique. Volvimos a ver a Juan Carlos y Paula, con quien no habíamos coincidido la noche anterior y que llegaron frescos como lechugas a pesar de venir desde El Serrat. Sacamos unas cuantas fotos del anochecer realmente espectaculares, porque el entorno es realmente espect… esto… Está muy bien y es muy bonito.
Para la cena, macarrones al pesto muy ricos, que estuvimos pensando si cenar o no porque el guarda se había despistado y los había preparado con queso. Pero como somos gente muy civilizada y comprensiva no lo tiramos barranco abajo. Nos los comimos porque no era plan de que preparara otro plato, aunque luego nos dijo que lo habría hecho si se lo hubiéramos pedido.
y de segundo garbanzos salteados, buenísimos.


Momento ¿Nos hacemos viejos? :

Ya estábamos terminando de cenar cuando ocurrió algo… sorprendente. Vimos llegar dando tumbos a un tipo que bajaba por el camino que venía de Els Cortals. Parecía que se iba a desmayar de un momento a otro. Pensamos en salir a buscarlo cuando nos enteramos de que su compañero estaba cenando en el refu. Parece ser que el tipo se había desmayado y estaba con una pájara de impresión y que le había dicho a su compi que “fuera tirando”. Y su compañero le hizo caso.
No vamos a decir si eso está bien o está mal hecho. Nosotros pensamos que NUNCA se deja a nadie solo en la montaña si se encuentra mal. Nunca. No lo hacemos con un desconocido, mucho menos con un compañero. Quizá esta “nueva forma” de entender la montaña tenga algo que ver con el afán por “hacer el mejor tiempo posible” que está tan de moda. No lo sabemos. Pero sí sabemos que nosotros no hacemos así las cosas.

Anochece en Prat d'Aguilo


NIU DE L’ALIGA – EL SERRAT DE LES ESPOSES – ELS CORTALS DE L’INGLA


NOTA IMPORTANTE: Esto NO es una descripción de la ruta ni una guía útil para aventurarse a recorrer los Cavalls del Vent. Si quieres datos técnicos busca en la página web oficial o en alguno de los muchos foros que hablan de la ruta. Esto es, simplemente, cómo me lo he pasado yo.
Miercoles 27 de junio. Antes de desayunar subimos a la Tossa, que está al lado del refu, hacía fresquito.
Desayunamos  y empezamos a bajar.  Aprovechamos para Subir a Penyes Altes, que pillaba un poco de camino y tenía buenas vistas, y luego empezamos la madre de todas las bajadas.
Al principio bien, pero la bajadita es un poco resbaladiza y es muy difícil no acabar plantando el culo en el suelo en algún momento. También es muy difícil no cabrearse y sentirse muy tonto cuando te ocurre. Cuando ya no aguantas más y estás a punto de parar por puro aburrimiento… tienes que seguir bajando un rato más. La alegría de la ruta.  Por eso no tengo fotos de esta parte....
Es una pena porque la vegetación es magnífica en toda la bajada y se disfruta… relativamente vaya! Pero como nada es eterno terminamos la bajada y, tras una pequeña subida, llegas al Serrat de Les Esposes.
 Parece que no pero esto nos llevó unas 5 horitas y media.
Este es otro refu en el que nos habría gustado dormir. Es un refugio precioso y la guarda es encantadora y buena cocinera (¡sabía lo que era el seitán! ¡Hacía su propio paté de alubias con tahini!). Nos comimos otro bocata con nuestro embutido pavo-vegano y charlamos un rato con Jordi y Alba, una pareja del Vendrell con la que compartimos luego bastantes kilómetros.
Abajo se puede ver el refu, esta en una ubicación explendida.
Del Serrat al refu de Els Cortals se nos hizo pesado, porque había poco bosque y hacía todo el calor del mundo. Nos refrescamos en una fuente que olía a vaca y llegamos más o menos bien, acalorados pero contentos.
En este refu las guardas nos estaban esperando, sabían que somos unos comelechugas y además había una ducha.
 ¡La vida! ¡La gloria! Latas frías de San Miguel a cascoporro y vino gratis en la cena, lo que hizo que nos hiciéramos todos un poco más amigos. Ensalada enorme y hamburguesas de calabacín y tofu. Por la mañana, leche de soja con avellanas.

No besamos a las guardas porque andaban muy atareadas.

SANT JORDI – REBOST – NIU DE L’ALIGA

NOTA IMPORTANTE: Esto NO es una descripción de la ruta ni una guía útil para aventurarse a recorrer los Cavalls del Vent. Si quieres datos técnicos busca en la página web oficial o en alguno de los muchos foros que hablan de la ruta. Esto es, simplemente, cómo me lo he pasado yo.
Martes  26 de junio. Salimos sobre las ocho. Empezamos bajando….. Mal, mal! Teníamos que subir hasta los 2.500m de altura, así que bajar no nos hacía mucha gracia, pero en fin. ..
No había agua hasta el refu, asi que es importante ir con agua suficiente.

El camino es muy chulo y con mucha vegetación, pero la subida al Rebost… Digamos que un par de cuerdas fijas no la vendrían nada mal. No es que haya que echar las manos, ni nada de eso, pero tiene tramos empinados y resbaladizos que la hacen algo incómoda.

¿El Rebost?
 Pues un refugio en el que nos hubiera gustado quedarnos a dormir, porque tenía una pinta estupenda, muy acogedor y con unas vistas impresionantes. La guarda ¿Marta? nos preparó un bocata vegetal que completamos con algo de embutido vegano que llevábamos encima.

Con eso y una lata de Acuarius, salimos hacia el Niu.
Este camino es más entretenido y con un desnivel más cómodo de superar, a pesar de que son casi mil metritos desde el Rebost. La vegetación se deja abajo y pasamos a unos parajes de “prado alpino” de florecitas muy chulas pero muy soleado.

Al fondo, al lado de la cima mas alta el Niu... aun quedaba un rato

Al fondo, muyyy al fondo y muyyy arriba, se empieza a ver el refugio del Niu de L’Aliga. Desespera un poco verlo tan lejos, pero como no queda otra, vamos tirando.
¡Vimos un sarrio! Posó para nosotros un rato y luego se marchó antes de que pudiéramos sacarle una foto. Llegamos al refu justo cuando empezaba a llover, así que el último tramo lo hicimos bastante rápido, los truenos parecían indicar que las nubes se estaban aguantando las ganas de hacernos pis encima. La ruta de ese día, por lo tanto, fue larga y dura, pero asequible si sabes gestionar tus fuerzas.
Allí ya entablamos relación con la gente con la que luego compartiríamos la ruta. El anochecer, espectacular. Sacamos una foto a Sergi que quedó muy chula.

Las dos guardas del refugio se curraron una ensalada con legumbre 

Como se ve es totalmente veganay os aseguro que esta hecha con gran cariño, y en cantidades industriales, y eso a pesar de que la organización, de nuevo, no las había avisado.
 A mi me pareció que salimos ganando respecto de los demás, que cenaron unas alubias con una especie de chorizo gigante… me duele el estómago sólo de recordarlo… Afu!

Crítica hacia la organización Cavalls del Vent

En el refugio del Niu de L’Aliga esperaban a cinco personas, y en realidad éramos nueve. No tenían constancia de nuestros nombres ni, en nuestro caso, sabían que somos vegetas, a pesar de que desde la organización nos dijeron que iban a avisar a todos los refus.
Mal, muy mal. A nosotros lo de la alimentación nos puede suponer un inconveniente más o menos llevadero, pero si en vez de ser vegetarianos fuéramos, por ejemplo, alérgicos a algún alimento como había ocurrido el día anterior y en el refu no estuvieran avisados, tendríamos un problema algo más serio. Más importante nos parece que en el refu no tengan constancia de la gente a la que deben esperar, ya que son los únicos que pueden saber si falta alguien al caer la noche y por lo tanto puede necesitar ayuda.
Las guardas del refu, hay que decirlo también, se portaron estupendamente y nos prepararon una cena excelente.
 El refu no tiene ducha, ni de agua caliente ni fría, y cuenta con un único baño. No deja de ser curioso porque está en una pista de esquí y cuenta con un “bar” enorme, pero… Como refugio de montaña, la verdad es que no da la talla. Intentaremos no volver a hacer noche allí.

GRESOLET – SANT JORDI


NOTA IMPORTANTE: Esto NO es una descripción de la ruta ni una guía útil para aventurarse a recorrer los Cavalls del Vent. Si quieres datos técnicos busca en la página web oficial o en alguno de los muchos foros que hablan de la ruta. Esto es, simplemente, cómo me lo he pasado yo.
El lunes llegamos a Gresolet, desde donde teníamos previsto empezar la ruta.
MAL HECHO. La pista de seis kilómetros hasta el refugio se tarda más de media hora en recorrer con el coche. Es un rollo. Si la quieres coger es justo antes del puente de entrada, porque los mapas de carreteras la indican mal, confundiéndola con la pista que lleva al refugio Lluis Estasen.
Salimos casi a la una con todo el calor del mundo. La ruta está bien indicada. Al poco de empezar paramos a comer cerca de un abrevadero de caballos justo cuando venían todos a beber, era muy gracioso ver a los potrillos dando coces y poniéndose chulitos. Fue uno de esos momentos “qué boniiiitooo”.


No tan bonito fue descubrir que una “camelback” estaba rota. Gracias al inventor de las bolsas de plástico estancas (de congelados) no se mojó la ropa, y menos mal que llevábamos dos cantimploras cada uno… 


A pesar del calor, todo estaba muy verde y frondoso. El camino pasa por hayedos, pinos rojos, bojs y acebos enormes, y en general puedes ir bastante rato por la sombra.
Son mil metritos de desnivel hasta el refugio de Sant Jordi. Tardamos unas seis horas, parando bastante a hacer fotos.

Si vas con tiempo es obligado remojarse en los empedrats y antes de eso en Cal Cerdanyol puedes coger agua, fue, después de ver que había duchas en el refu, uno de los mejores momentos de la ruta.



En el refu, que está muy bien, nos pudimos duchar con agua calentita antes de la cena a las 7.30. También nos encontramos un grupo de boy-scouts.
Como nos daban un poco de miedo, dejamos que nos olieran y comprobamos que no eran agresivos.
Conversación sobre la cena con Toni, el cocinero y guarda del refu.
—Te han avisado de que somos vegetarianos, ¿verdad? ¿Verdad?
—Pues no. ¿De que tipo?
—De los peorcitos, de los que no comen nada que dé sombra.
—Bueno, tranquilos, que algo improvisaré.

La improvisación fue un puré de verduras y una fuente de pimientos asados con arroz y hamburguesas de tofu. Casi se nos saltan las lágrimas al verlas. Después de la cena y de charlar un poco con la gente con la que compartimos la ruta los días siguientes, a la cama, que la siguiente jornada era dura.


 Dormimos en el ático derecha, es decir, en la tercera planta de literas, “en el abismo”.

Para desayunar teníamos leche de soja y todo. Estos refugios están más preparados que muchos restaurantes de “alto standing” de Valladolid.
EDUARDO QUIERE DECIR ALGO SOBRE LOS RONQUIDOS EN LOS REFUGIOS:
 Yo ya no ronco. Hace un tiempo me operé, me quité el velo del paladar y en su lugar me implanté un emisor de FM que emite los Grandes Exitos de Queen. Si en un refugio, por la noche, oyes a alguien roncar “Galileo, Galileo”, ese soy yo.