PERO
MARI PILI, CUENTA. ¿QUÉ TAL LA RUTA POR LOS PINARES DE VALSAIN?
Pues
hija. No sé muy bien qué contarte. Ya has visto las fotos, pues todo muy bonito
y muy estupendo.
¿Recuerdas
que habíamos quedado todos a las 10.30 en el Centro de Interpretación? Bueno,
pues Mari Silvia y yo llegamos justo a tiempo y ya había gente allí preparada.
“Así da gusto”, pensamos, “pero qué majos y puntuales son todos”.
Pues
no. Faltaba un coche con gente por llegar, y no se lo digas a nadie, pero nos
contaron que fue todo, todo, culpa de Javi. Que si vamos a parar a tomar un
cafelito, que si tengo que hacer pis, que si mira qué chica más maja voy a
preguntarla si sus melocotones son transgénicos….
Total,
que nos fuimos a dar un paseo hasta que llegaron y luego ya salimos todos por
fin, y eso. ¿Qué cuantos fuimos? Hija, pues no sé, creo que diez por lo menos,
y eso que Ana Afrodita no vino y que Erinna se equivocó de día. Pero no lo sé
seguro, porque yo iba a mis cosas, sin mirar a nadie.
Bueno.
No sabes la que tenían montada entre Javi y Silvia. Yo creo que se quieren y
todo, fíjate. Estaban todo el rato que si mi GPS dice que vamos por aquí, que
si el mío es mejor y más bonito y hace juego con mi mochila, que si eso es un
sendero o un camino… Menos mal que al final Silvia se quedó sin pilas y claro,
ya no teníamos más remedio que seguir a Javi.
Entonces
nos perdimos.
No sé.
Nos separamos y llegamos a la Silla del Rey, que es como un pupitre de los de
los colegios de antes, de los que aguantan todo y están desgastados de tanto
culo que se ha sentado en ellos. Bueno, pues Javi llegó con el resto de la
gente por otro lado. No sé por dónde les metió, a los pobres. Alguno gritaba
“¡que pare ya este suplicio!” y “¡ojalá el señor se me llevara!” y esas cosas.
Pero bueno, nos pusimos a comer y, empanada va y humus viene, se nos pasaron
los cansancios y los males.
La ruta
no está muy bien indicada, hay veces en las que piensas que te has perdido y
resulta que no, que lo que ocurre es que se perdió el señor que hacía las
marcas y ponía los hitos. Tiene alguna cuestecita maja y resultona, pero en
general se hace muy bien, y puede resultar muy interesante como entrenamiento
para esos jovencitos que hacen carreras de montaña y orientación y esas cosas.
Vimos una cascada preciosa, y también un salto de agua muy chulo.
Luego
nos tomamos una cervecita. Jo, qué majos y qué simpáticos que son todos. A ver
si para la siguiente nos juntamos todos estos y algunos más.
Besos,
rica.
Eduardo, uno de los participantes en tan sufrida excursión